jueves, 3 de diciembre de 2009

¿cómo ven los moluscos?

Los moluscos son uno de los grupos de animales más amplios conocidos. El número de especies vivas se calcula entre las 80.000 y las 150.000, conociéndose además unas 35.000 especies fósiles. De este dato y de la gran variedad de hábitats que han colonizado (prácticamente todos los del planeta) puede deducirse que han logrado un gran éxito evolutivo. Por otra parte, su interés económico y cultural los han convertido en uno de los grupos de invertebrados mejor conocidos científicamente. Zoológicamente se caracterizan por ser metazoos (o sea, animales pluricelulares) celomados (o sea, que poseen una cavidad interna que les proporciona interesantes capacidades de organización corporal) no segmentados (o sea, que su cuerpo no está formado por unidades básicas repetidas), aspecto éste último que les diferencia de las otras dos grandes líneas evolutivas de los invertebrados: los Anélidos y los Artrópodos.


Anatómicamente, el cuerpo de los moluscos suele dividirse en tres partes: cabeza, que contiene los órganos sensoriales, pie, órgano musculoso generalmente utilizado para el movimiento y masa visceral, conjunto de los órganos internos. Esta masa visceral está muy desarrollada y se sitúa dorsalmente, estando envuelta por una membrana compleja, el manto que es el responsable de la formación de la concha. A su vez, el manto forma un repliegue que, junto con la pared del cuerpo delimita un espacio llamado cavidad paleal, donde se encuentran las branquias. Todos estos caracteres están siempre presentes en el grupo, aunque pueden presentar grandes variaciones en función del modo de vida.

¿Sabías que el ojo de los cefalópodos no tiene “punto ciego”?

En los vertebrados, el punto ciego es aquella zona de la retina donde las fibras nerviosas abandonan en globo ocular para formar el nervio óptico que se dirige al cerebro, junto con vasos sanguíneos. Está localizado en la región cercana a las fosas nasales. A diferencia de la fóvea, que presenta la visión más exacta de toda la retina, con el punto ciego no podemos ver nada ya que carece de fotorreceptores. Afortunadamente, como el punto ciego de cada ojo figura en zonas de distinta cobertura visual, podemos ver con un ojo la zona que el otro no ve.
Su origen puede considerarse un error evolutivo. Todo comenzó con una zona fotosensible repleta de vasos sanguíneos y nervios ubicados en su parte frontal, y que, llegado el momento, tuvieron que abrirse hueco en la retina, dando lugar al punto ciego. Lo ideal sería dar marcha atrás en la evolución y corregir esto, situando los vasos detrás de la retina, pero la posesión de fotosensibilidad era un arma de supervivencia demasiado buena como para renunciar a sus ventajas. Esta es otra prueba más de que la selección natural no hace planes para el futuro, de ahí que se diga que es el “carpe diem” total.

En este sentido sólo en este el ojo de los cefalópodos es más perfecto que el de los vertebrados, pues al situar desde el principio de su evolución los vasos sanguíneos por detrás de la retina, no tiene punto ciego.


¿Sabes qué animal tiene los ojos más grandes del mundo?

El ojo más grande que ha sido registrado por los científicos fue el de un ejemplar de Architeuthis, el calamar gigante. Medía nada menos que cuarenta centímetros de diámetro, el equivalente a un balón reglamentario de baloncesto. Para hacernos una idea, el volumen de un ojo de Architeuthis es el equivalente al de 4.000 ojos humanos de 2,5 centímetros de diámetro.

También hay cefalópodos ciegos, con ojos desiguales, pedunculados y otras variedades. Normalmente estas especies son de aguas lejanas a la superficie.


¿Sabías que los pulpos nunca tienen la mirada perdida?

Una característica sorprendente y única en los cefalópodos es la capacidad de rotar sus ojos manteniéndolos en la misma posición en relación con la gravedad. Usando sus órganos del equilibrio los pulpos son capaces de mantener las pupilas siempre en posición horizontal. Gracias a esta habilidad, el cerebro puede interpretar adecuadamente el entorno partiendo de la base de que los ojos están bien orientados, independientemente de cómo se halle el resto del cuerpo.

Camarón mantis


Los ojos de los camarones mantis (Odontodactylus scyllarus - Odontodactylus latirostris) podrían inspirar a la siguiente generación de DVDs y CDs, según un nuevo estudio de la Universidad de Bristol, publicado en Nature Photonics.

Los camarones mantis estudiados se encuentran en la Gran Barrera de Coral en Australia. Estos crustaceos, también conocidos como galeras, tienen los sistemas de visión más compleja conocida por la ciencia. Pueden ver en doce colores (los humanos ven solo en tres) y pueden distinguir diferentes polarizaciones de luz.

Las especiales células sensibles a la luz de los ojos del camarón mantis actuan como láminas en un cuarto de onda - que puede girar en el plano de las oscilaciones (la polarización) de una onda de luz que viaja a través de él (complicada la explicación). Esta capacidad hace posible que los camarones mantis religiosa conviertan la luz polarizada linealmente a luz polarizada circularmente, y viceversa. Algunos mecanismos fabricados por el hombre, placas de ondas, realizan esta función esencial en CD y DVD, y en filtros polarizadores circulares para cámaras.

¿cómo ven los vertebrados?

Un organismo que ve en blanco y negro, por el contrario, se denomina monocrómata, puesto que ve cualquier color como uno solo, o bien porque no tiene conos, o bien porque sólo tiene un tipo de conos, con lo que no puede distinguir unos colores de otros. Durante muchos años se pensó que casi todos los mamíferos incluidos los perros y las vacas y toros eran monocrómatas, y de ahí que se extendiende de que los toros ven en blanco y negro.

Pero la cuestión es que los toros, los perros y casi todos los mamíferos tienen dos tipos de conos diferentes. Prácticamente todos los mamíferos, por lo tanto, pueden detectar los colores, aunque no exactamente como un ser humano normal, pues no disponen de tres tipos de conos sino sólo de dos: son seres dicrómatas.

Los mamíferos marinos, como los delfines, las ballenas, las focas, etc., son efectivamente monocrómatas, como se pensaba antes, probablemente porque no tiene mucho sentido ver color cuando estás debajo del agua y por debajo de cierta profundidad todo se ve de un solo color. Otros mamíferos, como nosotros mismos y otros primates, somos tricrómatas. Pero la inmensa mayoría de ellos: gatos, perros, toros, ciervos… son dicrómatas.

Existen distintos tipos de problemas en la visión humana que se engloban bajo el nombre de “daltonismo”, pero el que se parece más a la visión de los toros es lo que se denomina protanopia. Un ojo protánope no tiene los conos L, con lo que no es capaz de distinguir el color rojo del verde. El rojo se ve simplemente como una versión más oscura del verde. Si quieres imaginar cómo ve un toro comparado contigo (¡salvo que seas daltónico, claro!) esto es lo que ves tú al mirar el arco iris:

esto es algo parecido a lo que ve un toro


Lo mismo les sucede a los perros y los gatos, aunque los experimentos realizados con ellos parecen sugerir que su visión se parece más a la de un ser humano con deuteranopia en vez de protanopia, es decir, con falta de conos sensibles al color verde.

¿cómo ven los insectos?

Un ojo compuesto es un órgano visual que se encuentra en ciertos artrópodos como insectos y crustáceos. Consiste en la agrupación de entre 12 y varios miles (6.300 en Apis mellifera) de unidades receptivas llamadas omatidios. Los omatidios son unidades sensoriales formadas por células capaces de distinguir entre la presencia y la falta de luz y, en algunos casos, capaces de distinguir entre colores. La imagen que percibe un artrópodo es el conjunto de señales de los múltiples omatidios orientados en direcciones diferentes. Contrariamente a otros tipos de ojos, no tiene una lente central o retina, lo cual implica una baja resolución de imagen. Asimismo, el ojo compuesto es capaz de detectar movimientos rápidos, ve un amplio rango de ángulo sólido y, en algunos casos, percibe la polarización de la luz.

Hay dos tipos básicos de ojos compuestos:
¤ El ojo de aposición que se puede dividir en dos grupos. El típico ojo de aposición tiene una lente que enfoca la luz proveniente de una dirección sobre el rabdómero, mientras que la luz proveniente de otras direcciones se absorbe en las paredes oscuras del ommatidio. El otro tipo de ojo de aposición se encuentra en el Strepsiptera, en el cual cada lente forma una imagen, y las imágenes se combinan en el cerebro. Este ojo se llama ojo de superposición neuronal u ojo esquizocroal compuesto.
¤ El segundo tipo se llama ojo de superposición. Se divide en tres tipos: superposición refractante, superposición reflectante y superposición parabólica. El ojo de superposición refractante tiene una obertura entre la lente y el rabdómero y no tiene pared. Cada lente refleja la luz en un ángulo igual al ángulo que la recibe. El resultado es la formación de la imagen en la mitad del radio del ojo, donde hay situadas las testas de los rabdómero. Este tipo de ojo se encuentra normalmente en insectos nocturnos. En los ojos compuestos de superposición parabólica, que se encuentran en artrópodos como las efímeras, cada faceta de la superficie del ojo contiene una superficie parabólica que recibe la luz de un reflector y la enfoca sobre una matriz de sensores. Los crustáceos de cuerpo largo como gambas, langostinos y langostas son los únicos que tienen ojos de superposición reflectante, que también tienen una obertura pero que en lugar de lentes utilizan diedros de espejos.

Hay algunas excepciones de los casos anteriores. Algunos insectos tienen lo que se denomina un ojo compuesto de lente simple, que es un caso intermedio entre el ojo compuesto de superposición y el ojo de lente simple que se encuentra en los animales de ojos simples.

Arañas
Como el resto de los quelicerados, carecen de antenas, y usan los pedipalpos como órganos táctiles y olfativos. La vista de las arañas es generalmente muy pobre, a pesar de tener hasta cuatro pares de ojos simples denominados ocelos, que en algunas familias se reducen a tres pares o menos. La colocación, tamaño y color de los ojos son caracteres diagnósticos de las familias, es decir, permiten distinguir unas de otras. En unos pocos casos la visión es eficaz, y en los saltícidos (Salticidae) es la mejor de todos los invertebrados terrestres.